Historia del Romanticismo
Ópera romántica (1800-1924)
En la ópera se tendió a relajar, romper o mezclar entre sí, las formas establecidas en el barroco o el clasicismo. Este proceso alcanzó su apogeo con las óperas de Wagner, en las cuales las arias, coros, recitativos y piezas de conjunto, son difíciles de distinguir.
También ocurrieron otros cambios. Los castrati desaparecieron y por tanto los tenores adquirieron roles más heroicos, y los coros se tornaron más importantes. A finales del período romántico, el verismo se popularizó en Italia retratando, en la ópera, escenas realistas más que históricas o mitológicas. En Francia la tendencia también se acogió y quedaron ejemplos populares como Carmen de Bizet.
Muchos compositores del Romanticismo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, escribieron música nacionalista, que tenía alguna conexión particular con su país. Esto se manifestó de varias maneras. Los temas de las óperas de Mijaíl Glinka, por ejemplo, son específicamente rusos, mientras que Bedřich Smetana y Antonín Dvořák utilizaron ritmos y temas de las danzas y canciones populares checas. A finales del siglo XIX, Jean Sibelius escribió Kullervo, música basada en la épica finlandesa (el Kalevala) y su pieza Finlandia se convirtió en un símbolo del nacionalismo finés.
El elemento vocal en la música romántica
La época romántica no fue ya un siglo de grandes composiciones vocales. Subsistieron todavía una serie de compositores a capella, exquisitos y refinados, como Mendelssohn y Brahms, que lograron efectos de armonía y cromatismo inconcebibles en el siglo XVI, que fue la edad florida del estilo a capella. Especialmente, en Alemania, el medio para conseguir este refinamiento fueron las composiciones corales para hombres, las cuales, sin embargo, no debieron su impulso a razones puramente artísticas, pues se convirtieron en expresión del nacionalismo o de las actividades partidistas, mientras que el resto de las manifestaciones de base vocal cayeron en desuso. Los grandes adalides del período romántico no pensaron, ni por un momento, en componer obras para la iglesia y contribuir así a que se escucharan los versículos de la Biblia.
Se escribieron oratorios, como El paraíso y la peri, de Schumann. Brahms escribió Un Requiem alemán, obra religiosa con texto totalmente en alemán. También se escribieron misas y otras obras religiosas. El Ave María de Schubert, es un lied para canto y piano.
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